domingo, 26 de abril de 2009

Convierte tus clientes en Clientes Fanáticos

Los clientes fanáticos son clientes que están muy contentos con nosotros que no sólo le dicen a sus amigos y colegas acerca de nosotros, ellos de hecho los llevan con nosotros y nos ayudan a venderles cosas. Es una temerosa cifra de negocios que gastamos 6 veces más dinero en atraer nuevos clientes a nuestro negocio que lo que hacemos para vender hacia arriba, vender o sobre servir a nuestros clientes existentes para que permanezcan siendo nuestros clientes y no se vayan con nuestra competencia.


Sólo para añadir otra estremecedora cifra, el 68% de los clientes que dejan una compañía lo hacen simplemente porque han percibido indiferencia, tú de hecho no hiciste nada malo, sólo que el cliente pensó que no le importabas lo suficiente! ¿Cómo muestras eso "que no le importé lo suficiente"? Bueno, esto puede ser de muchas diferentes formas, olvidaste agradecerles, olvidaste su nombre, olvidaste ofrecerles algo extra, olvidaste sugerirles qué accesorio les sería perfecto o algunas de las docenas de otras pequeñas indiferencias percibidas que tu competencia podría capitalizar.

Aquí hay algunos tips que tú puedes introducir en tu negocio hoy que te ayudarán a mantener que tus clientes regresen, trayendo a sus amigos con ellos y generalmente gritando tu nombre desde la azotea diciéndole a la gente porqué, si no están haciendo negocios contigo, ¡se están perdiendo de algo fantástico!

  • Envíales tarjetas de agradecimiento

  • Véndeles todo lo que ellos necesites para ganar máximo beneficio de la compra.

  • Usa su nombre frecuentemente.

  • Llámales para asegurarte que todo va bien.

  • Invítales a ventas especiales solo para unos cuantos privilegiados, clientes excepcionales como ellos.

  • Llámales cuando algo nuevo llega a tu inventario que sabes que les va a gustar.

  • Pídeles sus sugerencias de cómo tú puedes mejorar el servicio hacia ellos.

  • Da seguimiento una vez y da seguimiento otra vez

  • Promete de Menos Entrega de Más

Nada de esto es difícil, empieza contigo y deberás exigirle a tus empleados con el ejemplo, porque tu equipo hace todo para ti, si realmente te preocupas por tus clientes, ellos se preocuparán por ti para ayudarte a crecer tu negocio.

¿Porqué invertir en ti mismo es la mejor inversión?

Grandes resultados en tu éxito, no siempre requieren grandes esfuerzos en términos de tiempo, dinero o esfuerzo.

Brian Tracy usa esta gran analogía para resaltar este punto. En una carrera de caballos, el primer lugar puede ganar $100,000 mientras que el caballo en segundo lugar gana $50,000. El primer caballo obtuvo el doble del dinero no porque corrió el doble, sino simplemente iba una nariz adelante...así que ¿qué puedes hacer personalmente para mejorar tus resultados? La respuesta es simple - invierte en aprendizaje y en desarrollo de habilidades. Estamos familiarizados con la frase "Información es poder", eso se traduce en ganancias o ingresos. Y no se requiere mucho tiempo o dinero; sólo un compromiso hacia el crecimiento personal y una pasión por el éxito.

Considera el hecho de que una persona en promedio lee 12 libros en su vida. Mientras esto es una triste estadística, si la persona promedio leyera por lo menos 15 minutos al día, acabaría leyendo 12 libros por año y más de 600 libros durante su vida. ¡Hablando sobre una ventaja competitiva que puede ser ganada utilizando esos 15 minutos al día! Ahora, si tu pierdes tiempo en el tráfico, invierte en audiolibros y convierte tu automóvil en un centro de aprendizaje. Hoy la mayoría de los libros best-sellers de negocios, ventas y liderazgo se encuentran disponibles en compact discs. Tú puedes repetidamnte escuchar los mismos CDs. Yo, por ejemplo, estoy siempre encontrando nuevas ideas de audiolibros que he escuchado anteriormente. ¿Quieres maximizar tu aprendizaje, mientras aprovechas tu tiempo? Aquí hay algunos tips que puedes considerar:

1.- Invierte en resúmenes ejecutivos de libros. El resumen provee una recapitulación de las ideas claves contenidas en un libro - sin tener que leer todo el libro. Hoy en día, los ejecutivos ocupados y los profesionales usan estos para mantenerse al día con los cambios, y para desarrollar nuevas ideas; ¡tú también lo puedes hacer!

2. Unete a un club de lectura; discute y aprende. Algunos organizaciones profesionales ofrecen esto como una membresía de sus beneficios. ¿Aprendes más efectivamente con la ayuda de los demás? Si es así, asiste a taller interactivos y seminarios que te ayuden a mejorar tus lagunas de conocimientos, o simplemente obtener nuevas ideas. Si tú pudieses al menos implementar una idea en tu negocio, encontrarás resultados que te impactarán. Hay muchos talleres y seminarios a precios asequibles y muchos requerirán tres horas de tu tiempo, en ActionCOACH contamos con algunos talleres y seminarios que te ayudarán a ser mejor empresario. (Visita nuestra página dando un clic AQUÍ)

Finalmente, haz un esfuerzo para encontrar y construir relaciones con otros exitosos y motivados dueños de negocio, dentro y fuera de tu propia industria. Compartir información es una gran forma para ambos de aprender y mejorar sus negocios. Ya sea que hagas esto con un grupo o simplemente tómate una taza de café con alguien; incluye invertir tiempo con otros ejecutivos exitosos como parte vital de tu trabajo. Una palabra de precaución aquí; rodeáte con personas que tienen una pasión similar por el éxito. Evita todas aquellas personas que constantemente juegan el papel de víctima -- ellas simplemente te bajarán el ánimo.

En resumen, aprender nuevas ideas y formas para hacer mejor las cosas es una de las claves para el éxito. Pero al final del día, tu debes tomar ACCIÓN (da clic AQUÍ) o hacer algo con lo que has aprendido, para impactar en tus resultados.

Te dejaré con esta cita - La única diferencia entre tú y tus ingresos en 5 Años serán las personas que tú conozcas, los libros (CD's) que tú leas y la acción que tú tomes de lo que aprendas". Así que empieza ahora mismo invirtiendo en tí mismo y pronto tú también estarás cosechando tus recompensas.

¿Estás utilizando tus Fortalezas para Sobrellevar esta Recesión?

Es de naturaleza económica que haya ciclos de bonanza y de recesión, y ciertamente los pequeños negocios están conscientes de lo que nuestro actual clima económico está impactando a las demandas cambiantes del mercado.

Sí, los dueños de negocio están concientes que hay menos certeza y que ellos tendrán que trabajar más duro para mantener el flujo de efectivo que llega a sus negocios. Es importante resaltar, sin embargo, que estamos en un momento de decaímiento del mercado, también existen oportunidades dentro de esta caída, y es una necesidad que los dueños de pequeños negocios tomen ventaja de las fortalezas que pueden ser utilizadas durante una recesión.

Adicionalmente, puede ser el momento perfecto para un pequeño negocio o una gran corporación se reunan con un Coach de Negocios o Coach Ejecutivo, un asesor que lo ayude a tomar decisiones estratégicas para cortar el exceso y planear hacia la dirección que ellos quieren que la compañía se mueva.

También los dueños de negocios necesitan estar conscientes de sus fortalezas de modo de utilizarlas para ver esta disminución como una oportunidad. Un par de ejemplos:
  1. Los pequeños negocios se pueden mover más rápido para implementar cambios en la compañía.

  2. Si el flujo de efectivo es disponible, puede ser un excelente oportunidad para hacer compras estratégicas (quizás comprar el edificio que tú has estado arrendando, comprar el negocio de un competidor, etc. )

  3. Un excelente tiempo para evaluar las fortalezas principales de la compañía y deshacerse de la baja productividad.

Encontrar y contratar talento, comprar publicidad, y renegociar tus contratos puede ser todo esto hecho a costos más bajos por la situación actual. Es también un excelente momento para construir un reconocimiento de marca a largo plazo.

domingo, 12 de abril de 2009

¿Es posible sobrevivir sin despedir empleados?

Cuando llega la crisis, el reflejo tradicional consiste en despedir trabajadores. Sin embargo, con un poco de creatividad, es posible encontrar soluciones y acuerdos que preserven puestos de trabajo sin sacrificar el flujo de caja...

Los directivos ceden al pánico y se apresuran a recortar gastos. Y, en la mayoría de los casos, esto significa despedir trabajadores. Ahora bien, cuando la empresa cree encontrarse frente a una crisis prolongada, la "racionalización" es inevitable.

No obstante, en caso de que la recesión resulte menos severa de lo previsto, la prisa por achicar el personal puede acabar siendo una maniobra táctica de graves consecuencias estratégicas.

Por un lado, la organización perderá gran parte del capital humano que tanto le ha costado conseguir. Por el otro, los despidos impactarán negativamente sobre la motivación de los empleados que se quedan, desencadenando el síndrome conocido como "yo podría ser el próximo".

Así, al menos hasta que los directivos estén relativamente seguros de que la crisis se extenderá en el mediano plazo, es racional pensar dos veces antes de tomar decisiones de desvinculación.

Man Reading Financial Pages And Stressing



Pero, ¿cómo conciliar las presiones de liquidez con la preservación de la fuerza de trabajo?

Un artículo de la escuela de negocios de Wharton brinda algunas soluciones para sobrevivir a la recesión sin despedir trabajadores.

1) Recorte de salarios consensuado
Una solución frecuente consiste en pactar un recorte de salarios durante un tiempo prudencial, acompañado de una reducción de horas trabajadas.
Una reducción salarial consensuada es más efectiva que los despidos para preservar la liquidez en el corto plazo.

Además, en un mercado laboral deprimido, los empleados suelen mostrarse más predispuestos a aceptar este acuerdo para salvar sus puestos de trabajo.

2) Postergación de pagos
El recorte de salarios no funciona en todos los casos.
Así, otra alternativa consiste en proponer una reducción del salario actual y comprometerse a liquidar el resto cuando la situación mejore.
En casos de puestos gerenciales clave, es posible reemplazar parte del pago en efectivo por instrumentos financieros que representen, para el empleado, un aumento de la riqueza futura. Por ejemplo, una reducción salarial compensada por acciones de la compañía.

3) Otorgar beneficios
En momentos donde la prioridad radica en preservar la liquidez, se vuelve relativamente menos costoso otorgar beneficios que no impliquen gastos de efectivo.
Por ejemplo, compensar una reducción salarial otorgando más días de vacaciones, menor carga de trabajo o más tiempo de "home office".

4) El caso Cisco
En 2001, tras el desplome de la burbuja tecnológica, Cisco Systems enfrentaba una delicada situación financiera.
Para no perder talento masivamente, los directivos ofrecieron el siguiente acuerdo a muchos empleados: "tómense un período sabático. Mientras tanto, la empresa les seguirá pagando un tercio de su salario".

Era evidente que los trabajadores no esperarían por siempre con aquel ingreso. Pero, en el corto plazo, era lo bastante elevado como para evitar que los empleados salieran inmediatamente a buscar otros trabajos.

Así, Cisco logró recomponer su situación financiera sin sufrir una sangría de talento.

En definitiva, cuando los directivos creen que la crisis ha llegado para quedarse, es inevitable reducir el staff.

Sin embargo, es muy frecuente que las empresas sobrerreaccionen ante las malas noticias, deshaciéndose de personas valiosas a las que les ha costado años formar.
En todo momento, hay que recordar que las decisiones de recursos humanos forman parte de una estrategia de negocio de largo plazo.

Por eso, en el corto plazo, hay que evitar ceder al pánico para no tomar decisiones que pudieran afectar seriamente a la estrategia en caso de que la crisis sea más leve de lo esperado.

Desde luego, las propuestas de este artículo no son exhaustivas ni se aplican a todos los casos. Sin embargo, pueden brindar un marco más amplio para juzgar la política de recursos humanos ante los primeros síntomas de dificultades.

Al menos hasta que aclare el horizonte y la empresa pueda decidir qué clase de crisis tiene por delante, con un poco de creatividad y buena voluntad entre directivos y empleados es posible preservar valiosos puestos de trabajo sin comprometer seriamente el futuro de la organización.

Si requieres más ayuda en este sentido, contacta con un coach de Negocios para que te ayude a sortear esta situación con mejores decisiones que te hagan sobrevivir y retener el talento, da clic aquí.

Vende Innovando en Recesión

Cuando el mercado está arriba y la economía está fuerte, podemos permitirnos salir al mercado con nuevos enfoques y atrevernos a experimentar aun a pesar de que exista el riesgo de que no salga bien, pero si tenemos recursos tanto en dinero como en fuerzas de ventas, no nos importa demasiado porque podemos asumirlo. Sin embargo, cuando el mercado se aprieta el cinturón y hay menos dinero circulando, no se pueden correr esos riesgos tan alegremente y hay que tener muy claro en que invertimos cada peso, así como medir muy bien cada paso que damos, ya que cada error recorta el margen de subsistencia, sobretodo en las pequeñas y medianas empresas.
¿Y de que técnicas podemos hablar para vender en estas épocas? Algunas son buenas y otras no tanto…
Hands exchanging money at point of sale


1. La primera sin duda es la que todos conocemos y que la mayoría utiliza ante el primer atisbo de que se endurece el mercado. Me refiero evidentemente a bajar los precios. Es una estrategia útil pero mortal, porque si nosotros los bajamos, la competencia lo puede hacer también, y solo habremos logrado perder todo el margen de beneficios y seguir compitiendo con las mismas dificultades que antes pero con menos margen. Hay que huir de este tipo de estrategias y así se lo recomiendo a nuestros clientes.

2. La segunda es complementar nuestras ventas con premios o regalos. Esto reduce nuestro margen y habrá que estudiarlo muy bien ya que puede ser un arma de doble filo, y es que si abusamos de ello nuestro producto o servicio puede quedar vinculado al regalo y posteriormente ser mucho más difícil venderlo sin ello. Conseguiremos ventas a corto plazo, con poco margen y probablemente nos de problemas a medio plazo.

3. La tercera es sacar ofertas, que no significa lo mismo que bajar precios ni regalar nada. Me refiero a crear paquetes de productos que combinados ofrezcan un valor añadido y con ello poder ofrecer un precio menor que comprándolos individualmente. Reducimos margen pero aumentamos volumen de ventas. Lo ideal de este punto es poder incluir algún producto o servicio que no tenga la competencia para que en ningún caso puedan igualarla y que sea totalmente única en el mercado. Y adicionalmente nos permite en el futuro volver a venderlos por separado con sus precios intactos.

4. La cuarta es poder crear servicios que vinculen al cliente durante un periodo de tiempo, ya que eso nos permitirá tener un colchón de ingresos asegurado durante los tiempos difíciles. Se trata de poder hacer una propuesta muy atractiva de corto plazo que invite al cliente a aprovechar la oportunidad, pero que nos de los beneficios a lo largo del periodo de vida del servicio.

Me refiero a que si vendemos un servicio de tipo repetitivo, crear un contrato que vincule al cliente por 18 meses y regalarle por ejemplo los dos primeros meses, que numéricamente solo suponen un 11% de descuento sobre el total, aunque habría que estudiar la posibilidad de que esos cliente den de baja el servicio en ese periodo, para lo cual se pueden incluir cláusulas de penalización, para evitar sufrir un volumen grande de ventas que se caen al cuarto o quinto mes y que en vez de producirnos ventas nos traerían pérdidas.

5. La quinta es dedicarle un tiempo-esfuerzo a analizar las necesidades actuales del tipo de cliente que tenemos. Esto supone invertir dinero en ello, pero es una inversión que puede darnos mucha luz y ayudarnos a adecuar nuestro producto o servicio a lo que el cliente de hoy necesita. ¿Por qué es necesario? Pues porque muchas de las Pymes nos acostumbramos a vender lo que siempre hemos vendido y mientras no detectemos que las ventas disminuyen demasiado, seguimos vendiendo lo mismo y, sin embargo, cuando eso ocurre y las ventas caen en picado, suele ser demasiado tarde y casi siempre el cliente ya está cubriendo sus necesidades en otra empresa de la competencia que ha sabido evolucionar y adaptar su producto a las necesidades del cliente actual.

6. La sexta estrategia es hacer marketing online, es decir principalmente lo que se denomina SEO (Search Engine Optimization), y que no es otra cosa que revisar nuestra página web para que sea no sólo visible y adecuada a los buscadores, sino que también suba en posiciones en las búsquedas que nos interesen, y lograr definitivamente aparecer en las primeras 10 posiciones cuando nuestros clientes busquen productos o servicios de las gamas que nosotros queremos vender.

Ésta es una labor ardua y lenta, pero de resultados intensos y de larga duración. Lo que quiero decir es que conseguir aparecer en las primeras posiciones de los diferentes buscadores no es algo que se pueda conseguir en un par de semanas, ni siquiera en un par de meses, y desconfiad de quien os lo asegure ya que utilizará técnicas que los buscadores penalizan y acabaréis desapareciendo de los mismos, sino de al menos seis meses, pero… luego los resultados, con un sencillo mantenimiento, pueden alargarse durante años, produciendo ventajosos y suculentos ingresos en ese tiempo.

7. La séptima estrategia es crear una empresa paralela que se dedique sólo a lanzar ofertas de precios, es decir, crear una empresa “low cost” que compita con nosotros mismos, de tal forma que los clientes que sólo buscan precio se irán a esa, y los que valoran el servicio y el prestigio seguirán con nosotros.

Esta estrategia permite que, si en el futuro cuando el mercado se haya restablecido, esa empresa no nos interesa porque sus márgenes son mínimos, podemos cerrarla sin que eso nos afecte, y si definitivamente decidimos mantenerla porque es rentable, la empresa matriz no se verá afectada y podrá seguir vendiendo como siempre, sin descuentos importantes. Evidentemente se trata de una estrategia que debe ser llevada en secreto y que ni la competencia ni el cliente pueden percibir la vinculación de ambas.

8. La octava es crear las llamadas “coopetencias”, o alianzas estratégicas, es decir, complementar nuestro servicio con alguna empresa que sin ser competencia directa pueda encajar con nuestro producto para crear una propuesta de nivel superior que beneficie a ambas empresas. Este tipo de acuerdos son delicados, no lo niego, pero suelen ser muy interesantes y productivos, ya que en algunos casos los podemos traer a nuestro campo ofreciendo un paquete al cliente final que incluye nuestro servicio más el de la “competencia”, y en otros se puede ir al campo contrario y venderle a nuestra “competencia” nuestro servicio a un buen precio para que lo incluya en su oferta como un valor añadido.

9. La octava y última sería hacer lo que se denomina SMO, y que es hacerse visible en las nuevas redes sociales que todos estamos viendo surgir desde hace algunos años. Por ejemplo, Xing, Linkedin, Facebook, MySpace, Hi5. Este trabajo requiere conocer cada una de esas redes, tanto verticales como horizontales, y lo que se puede hacer en ellas, así como lo que no está permitido y que pude causar que se nos expulse de ellas. Me refiero a que en la mayoría de estas redes sociales está expresamente prohibido entre otras cosas, ponerse a vender directamente, lanzar envíos masivos, etc. y en las que no lo está, al menos no es bien recibido, pero hay otra técnicas que permiten hacer promoción de nuestra empresa o de nuestros servicios sin tener que ponernos a vender de forma abierta y frontal.

Espero que les hayan sido útiles estas ideas y les ayuden a mejorar sus negocios. Hasta pronto.

Envíanos un email si estás interesado de cómo un coach te puede ayudar a implementar todas estas ideas, tips y estrategias en tu negocio dando clic aquí.

El Poder de las Prioridades


Hay dos cosas que la gente que hace negocios considera muy retador: anticiparse y hacer las cosas en orden de importancia. Estas dos acciones hacen la diferencia entre el éxito en un negocio o simplemente sobrevivir. Lo mismo aplica para nuestras vidas. John Maxwell, experto en liderazgo dice: “Anticiparse y priorizar responsabilidades hace la diferencia entre un líder y un seguidor.”


La mayoría de la gente ha escuchado el Principio de Pareto, o el principio de 80/20. Esto dice que en la mayoría de los negocios, 80% del negocio lo hacen 20% de tus clientes.


Otros ejemplos son:

Lectura: 20% del libro tiene 80% del contenido.

Trabajo: 20% de nuestro trabajo nos da 80% de satisfacción.

Productos: 20% de los productos dan el 80% de las utilidades.

Picnic: 20% de la gente se come el 80% de la comida!


Por ende, el 20% de las prioridades de un hombre de negocios le darán el 80% de la producción, si le dedica el tiempo, energía, dinero y personal a este 20% de prioridades. Cuando un hombre de negocios hace esto, puede llegar a tener un 400% de retorno en productividad. Cada persona debe entender este principio y como se aplica en los negocios a clientes, equipo de trabajo y liderazgo.


En cuanto a clientes, es de vital importancia identificar al 20% que representa el 80% del negocio. En cuanto a equipo, se debe identificar el 20% de los productores, e invertir el 80% en ellos para desarrollar su potencial. En cuanto a liderazgo, se debe considerar la pregunta: ¿Qué tengo que hacer que nadie más puede hacer? Un líder debe decidir ser reactivo o proactivo, en cuanto al uso de su tiempo. La pregunta no debe ser: ¿Estaré ocupado? Sino, ¿Como invertiré mi tiempo? No debe ser: ¿Estará saturado mi calendario? Sino, ¿Quién llenará mi calendario?...


Teniendo las prioridades de uno en lugar, la satisfacción y productividad se eleven, y esto hace que el negocio crezca.